La enfermedad respiratoria bovina (BRD, por sus siglas en inglés) sigue siendo uno de los mayores desafíos para la ganadería en Estados Unidos, especialmente en los corrales de engorde, donde provoca altas tasas de morbilidad y mortalidad. Según la doctora Samantha Howe, investigadora postdoctoral del Arkansas Agricultural Experiment Station, este problema lleva décadas afectando al sector sin mostrar una disminución significativa en su incidencia.
La BRD es responsable del 70 al 80% de las enfermedades en los corrales y del 40 al 50% de las muertes. Este impacto económico y sanitario ha motivado nuevas investigaciones para desarrollar soluciones sostenibles. El equipo liderado por Howe trabaja en el desarrollo de probióticos derivados de ganado sano, un enfoque innovador que explora las defensas microbianas naturales de los animales para prevenir infecciones bacterianas.
Entre los principales causantes de la BRD se encuentra Mannheimia haemolytica, un patógeno que genera infecciones severas en los pulmones, fiebre, síntomas respiratorios y pérdida de apetito en el ganado, afectando directamente su capacidad de crecimiento. Los estudios preliminares han identificado bacterias del género Corynebacterium como posibles aliadas en la lucha contra este patógeno. Estas bacterias, presentes en el tracto respiratorio de ganado sano, producen metabolitos secundarios que inhiben el crecimiento de Mannheimia haemolytica en condiciones de laboratorio.
“Al investigar las defensas microbianas naturales del ganado, este estudio pretende ofrecer soluciones efectivas a problemas persistentes en la salud animal”, afirmó Howe. Los probióticos no solo mejorarían la salud y productividad del ganado, sino que también podrían reducir la resistencia a los antimicrobianos, un problema creciente en el sector.
El objetivo final de esta investigación es comprender cómo funcionan los metabolitos producidos por Corynebacterium, evaluar su capacidad para colonizar el tracto respiratorio del ganado y determinar su efectividad en prevenir infecciones. Si los resultados son positivos, estos probióticos podrían representar un cambio significativo en la forma en que se abordan las enfermedades respiratorias en la ganadería, promoviendo prácticas más sostenibles y rentables.
Con este avance, el sector ganadero podría estar más cerca de controlar un problema que ha persistido durante décadas, asegurando tanto la salud animal como la productividad de las operaciones.




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