En los últimos años, los búfalos se han consolidado como una alternativa prometedora para el sector agropecuario colombiano. Gracias a su capacidad para cumplir con un triple propósito: producción de carne, leche y tracción, estos animales han ganado un espacio significativo en fincas ganaderas de diversas regiones del país.
Su versatilidad no es su única ventaja. Los búfalos tienen una resistencia destacada frente a condiciones adversas como suelos anegados, altas temperaturas y enfermedades comunes en el ganado bovino tradicional. Estas características los hacen ideales para zonas como la Orinoquía, los Llanos Orientales y otras áreas con climas extremos donde el ganado convencional enfrenta mayores desafíos.
En cuanto a productividad, el ganado bufalino no solo genera carne de alta calidad, sino también leche con mayor contenido de sólidos, lo que la hace ideal para la producción de derivados lácteos como quesos y yogures. Además, su fortaleza física les permite ser empleados en tareas agrícolas, reduciendo costos de maquinaria y combustibles.
A nivel mundial, la cría de búfalos ya tiene un lugar importante en países como India e Italia. En Colombia, aunque su presencia aún es limitada, su popularidad está creciendo rápidamente gracias a su rentabilidad y bajo impacto ambiental. Expertos señalan que el país tiene un enorme potencial para expandir esta actividad, siempre y cuando se sigan promoviendo programas de capacitación y se fomente el acceso a tecnologías para los ganaderos.
El auge de los búfalos en Colombia no solo representa una oportunidad económica, sino también una forma sostenible de diversificar la producción agropecuaria, adaptándose a las nuevas exigencias del mercado y del medio ambiente.
Tomado de Contexto Ganadero.




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