El sector palmicultor en Colombia se enfrenta a desafíos importantes para el año 2025, con el objetivo de recuperar su producción, fortalecer su presencia en los mercados internacionales y consolidar estrategias de sostenibilidad.
Según Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma, la producción de aceite de palma en 2024 cerró con una reducción del 6,6%, alcanzando 1,72 millones de toneladas. Esta caída se debió a factores climáticos como El Niño, que afectaron los cultivos. Sin embargo, para 2025 se espera una recuperación, con una producción proyectada de 1,78 millones de toneladas, cifra similar a la de 2023.
Uno de los retos principales será el fortalecimiento de la exportación. En 2024, se vendieron al exterior más de 460.000 toneladas de aceite de palma, con destinos como México, Brasil y República Dominicana. Para este año, el sector busca mantener y aumentar esta tendencia. Además, se espera la normalización de la mezcla de biodiésel en el mercado interno, fijada en 10%.
En términos de sostenibilidad, Colombia avanza en el cumplimiento de la normativa de no deforestación de la Unión Europea. Fedepalma ha trabajado en la georreferenciación de 6.300 fincas, cubriendo el 78% de las plantaciones del país, con el fin de garantizar que la producción de palma de aceite sea ambientalmente responsable.
Otro desafío será el financiamiento para la renovación de cultivos, un aspecto clave para garantizar la competitividad del sector. Factores como el envejecimiento de las plantaciones y enfermedades como la Pudrición del Cogollo han afectado la producción en algunas regiones, lo que hace necesario implementar estrategias de recuperación.
Con estos retos en el horizonte, el sector palmicultor colombiano se prepara para un 2025 en el que la sostenibilidad, la competitividad y el acceso a mercados internacionales marcarán la agenda.
Tomada de CONtexto Ganadero.




0 comentarios