La ganadería es una actividad que demanda estrategia, respaldo financiero y, sobre todo, paciencia. Según el empresario ganadero Armando Víctor Gutiérrez, este sector no es adecuado para quienes buscan ganancias inmediatas; se trata de una inversión a largo plazo donde la estabilidad económica y la planificación son esenciales para garantizar el éxito.
Uno de los aspectos clave para incursionar en la ganadería es contar con un respaldo financiero sólido. Gutiérrez enfatiza que aquellos que esperan comprar terneros hoy para obtener ganancias al día siguiente están en el negocio equivocado. La realidad es que la ganadería implica procesos biológicos que toman tiempo y no pueden acelerarse sin comprometer la salud y el rendimiento de los animales.
Los ganaderos exitosos entienden la importancia de tener un capital de respaldo para cubrir gastos operativos, alimentación, sanidad y mantenimiento de infraestructura. Sin este colchón financiero, el negocio puede volverse insostenible, especialmente ante fluctuaciones del mercado, condiciones climáticas adversas o imprevistos sanitarios.
La producción de terneros es un proceso que requiere paciencia y conocimiento. Desde la preñez de la vaca, que dura aproximadamente nueve meses, hasta la venta de un becerro destetado, el tiempo es un factor determinante. Durante los primeros cinco meses, el becerro necesita desarrollarse adecuadamente para lograr un destete exitoso. Posteriormente, entra en una etapa clave de engorde y maduración, que puede extenderse por varios meses. Estos tiempos evidencian que la ganadería no es un negocio de ingresos rápidos, sino una actividad que premia la constancia, la planificación y la visión a largo plazo.
Además de la paciencia, la ganadería es un negocio de volumen. Para que una finca ganadera sea rentable, es fundamental manejar un número adecuado de animales. A mayor volumen de producción, mayores oportunidades de generar ingresos consistentes. Los ganaderos experimentados no dependen de la venta de un solo animal para sostener su negocio; en su lugar, implementan estrategias que les permitan mantener un flujo constante de ingresos mediante la cría, el engorde y la comercialización eficiente de su ganado.
En resumen, el éxito en la ganadería depende de la capacidad del productor para entender que esta actividad requiere compromiso, preparación y, sobre todo, paciencia. Aquellos que adoptan una mentalidad enfocada en el largo plazo y cuentan con un respaldo financiero adecuado están mejor posicionados para prosperar en este sector.
Tomada de CONtexto Ganadero.
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