En Colombia, la producción de arroz enfrenta desafíos significativos debido a los efectos del cambio climático. Estudios recientes indican que las variaciones en la temperatura y la precipitación están afectando los rendimientos de este cultivo esencial para la dieta nacional.
Investigaciones del Banco de la República señalan que, entre 1987 y 2016, incrementos en la temperatura y la precipitación tuvieron un efecto positivo en los rendimientos del arroz. Sin embargo, estos efectos son interdependientes; es decir, la influencia de la precipitación depende de la temperatura y viceversa. Además, la magnitud de estos efectos es más pronunciada en regiones de mayor altitud. Proyecciones para el período 2046-2065 sugieren un aumento promedio del 10% en los rendimientos nacionales de arroz, atribuido a cambios potenciales en las condiciones climáticas.
Por otro lado, estudios publicados en la revista «Agropecuaria y Desarrollo Rural» destacan que las temperaturas máximas tienen efectos significativos en los rendimientos del arroz, mientras que déficits o excesos de precipitación impactan negativamente la producción. Estos hallazgos subrayan la necesidad de estrategias de adaptación que consideren tanto el manejo de la temperatura como de la humedad en las zonas arroceras del país.
La seguridad alimentaria en Colombia podría verse comprometida si no se implementan medidas adecuadas para mitigar los efectos adversos del cambio climático en la agricultura. Es imperativo que las políticas públicas y las prácticas agrícolas se ajusten para enfrentar estos desafíos y garantizar la sostenibilidad de la producción de arroz en el país.
Nota tomada de Portafolio
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