La producción nacional de granos enfrenta una crisis profunda que podría poner en riesgo la seguridad alimentaria del país. Así lo advirtió la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce), tras analizar el panorama actual del sector y las alarmantes cifras de dependencia de importaciones.
Según Fenalce, Colombia solo cuenta con capacidad para autoabastecerse de granos durante 15 días, lo que deja a la nación vulnerable frente a cualquier contingencia global. Esta situación se debe a una combinación de factores, como la falta de políticas de apoyo efectivas, escasas garantías para los productores locales y una creciente competencia desleal frente a los granos importados, principalmente desde Estados Unidos.
«Estamos en una situación crítica. La falta de incentivos claros y de apoyo institucional está desmotivando a los agricultores, quienes no encuentran condiciones que les permitan competir con los precios y calidad de los granos importados», aseguró Arnulfo Trujillo, gerente general de Fenalce.
A esto se suma que Colombia depende en gran medida de mercados internacionales para abastecerse de alimentos básicos como el maíz, el arroz y el trigo. Según datos de Fenalce, cerca del 70% del maíz que se consume en el país es importado, lo que aumenta la vulnerabilidad del sector ante fenómenos globales como crisis logísticas, conflictos internacionales o fluctuaciones en los precios internacionales.
Fenalce también resaltó que esta dependencia afecta directamente a los productores nacionales, especialmente a los pequeños agricultores, quienes se enfrentan a dificultades crecientes para competir. “Los productores locales están viendo cómo se reduce su rentabilidad y su capacidad para sostener sus cultivos, lo que pone en riesgo no solo su sustento, sino también la seguridad alimentaria de millones de colombianos”, agregó Trujillo.
La crisis también impacta a otros eslabones de la cadena agroalimentaria, como el transporte, la comercialización y la generación de empleo en las zonas rurales. “Se requiere una intervención urgente y decidida del Gobierno Nacional para establecer políticas claras de respaldo a la producción nacional, fomentar la inversión en infraestructura y tecnología, y garantizar que los agricultores cuenten con los incentivos necesarios para continuar con sus actividades productivas”, concluyó el dirigente gremial.
Esta situación exige la atención inmediata de todos los actores del sector agropecuario, así como de las autoridades competentes, para evitar que Colombia continúe dependiendo en exceso de las importaciones de granos y garantizar así la sostenibilidad y la seguridad alimentaria del país.
Tomada de Portafolio.co




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