Las exportaciones colombianas de productos agropecuarios, alimentos y bebidas alcanzaron en junio de 2025 el mayor valor registrado para ese mes en las últimas tres décadas. Según el más reciente informe del Dane, las ventas externas totalizaron US$1.225,8 millones, lo que significó un crecimiento interanual del 35,6 % frente a junio de 2024.
El desempeño del agro tuvo un peso determinante dentro de la canasta exportadora nacional, con una participación del 31 % en el total de ventas al exterior del país, que en su conjunto sumaron US$3.953,1 millones, con un aumento global de 2,6 %.
El sector agropecuario lideró el repunte gracias al comportamiento del café sin tostar, que representó el 45,8 % de las exportaciones del sector y generó ingresos por US$402,1 millones. Las flores cortadas también registraron un importante crecimiento del 32,2 %, mientras que el aceite de palma tuvo un incremento del 66 % frente al mismo mes del año anterior.
En el acumulado entre julio de 2024 y junio de 2025, las exportaciones agropecuarias crecieron 28,9 % en valor y 8 % en volumen, consolidando su papel como uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, este resultado refleja los avances en la diversificación de mercados y el aprovechamiento de los tratados comerciales. Estados Unidos y Países Bajos se mantuvieron como los principales destinos, seguidos por Canadá.
La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, destacó la resiliencia del sector:
“El agro ha demostrado su capacidad de adaptación frente a escenarios adversos como las recientes tensiones arancelarias. Una de las claves es diversificar mercados, pero también fortalecer la agricultura familiar, campesina, étnica y comunitaria, responsable del 70 % de la producción de alimentos en el país”.
El Gobierno proyecta mantener la senda exportadora con acciones de diplomacia comercial, apertura de mercados mediante admisibilidad sanitaria y mejoras en infraestructura logística. Estas medidas buscan consolidar la vocación exportadora del agro colombiano y ampliar la presencia de sus productos en nuevos destinos.
El informe oficial subraya, además, que el dinamismo del sector contribuye a la generación de divisas no minero-energéticas y a la estabilidad económica del país. Todo ello en un contexto marcado por factores externos como la inflación global, el proteccionismo y la volatilidad de precios internacionales, que constituyen desafíos para los flujos comerciales.
En ese escenario, las cadenas agroalimentarias se consolidan como un pilar estratégico del comercio exterior colombiano, no solo por su impacto en la balanza comercial, sino también por su papel en la generación de ingresos y empleo en las zonas rurales del país.
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