La soya continúa siendo un insumo estratégico para la industria agropecuaria y alimentaria en Colombia, pero el país mantiene una alta dependencia de las importaciones. En 2024, la demanda nacional alcanzó 2,95 millones de toneladas, entre grano y torta de soya, de las cuales el 92 % fue importado.
Del total requerido, Colombia consumió 678.996 toneladas de grano, con una producción local que apenas cubrió el 35 %. En el caso de la torta de soya, utilizada principalmente para la fabricación de alimentos balanceados para aves, porcinos y bovinos, el país demandó 1,7 millones de toneladas, elaboradas a partir de más de 2,2 millones de toneladas de grano.
La oferta nacional se concentra en la Altillanura, especialmente en el departamento del Meta, que produce más del 90 % del total. Sin embargo, el crecimiento de la industria supera ampliamente la capacidad productiva del país.
“Para reducir la dependencia externa, es necesario ampliar las áreas de siembra y fortalecer la productividad en las regiones con potencial”, señaló un experto del sector.
El país requeriría sembrar cerca de un millón de hectáreas para cubrir la demanda nacional, un reto que se vuelve clave para mejorar la seguridad y soberanía alimentaria.
Tomado de Fenalce





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